Lo que dice el mundo sobre Llum Coworking

¡Hola Llumers! ¿Qué tal? ¿Cómo lo lleváis? Por aquí todo bien, muy contenta porque cada vez somos más y, lo que es más importante, más felices, contentos y buena gente. Eso es de lo que se trata, que no va a ser todo trabajar. Cuando surgió la idea de lanzar Llum Coworking fue bajo la premisa de establecer en Valencia un espacio de trabajo donde, por encima de todo, pudiéramos sentirnos cómodos, en un buen ambiente para pasar el día a día.

No es que venir a Llum sea sinónimo de lanzarse a un grupo social o una secta en la que te invitemos a realizar meditaciones a las siete de la mañana en la playa o a nadar en el puerto, eso se lo dejamos a otros. Lo que queríamos era diseñar un espacio donde trabajar fuera sinónimo de vivir. Porque mira, para bien o para mal, nos pasamos la vida currando (y si eres autónom@, probablemente te pases también la siguiente). De modo que si logramos disponer en el día a día de todo lo que necesitamos para sacar adelante nuestras tareas sin morir en el intento, ya estamos dando un gran paso.

Ese concepto lo hemos ido desarrollando con el paso de los años y oye, parece que os mola. Es un placer (y orgullo, por qué no decirlo) recibir día tras día, mes tras mes, a Llumers que vienen de todos los rincones de mundo para trabajar aquí.  De hecho, cada vez son más las webs especializadas que nos sitúan como uno de los coworkings más valorados de Valencia que, a su vez, es una de las ciudades favoritas de los nómadas digitales. ¡Toma ya! Para que luego digan de Chanel…¡y sin cantar!