Procrastinación: Definiciones
Derivado del término latín procrastinare (pro –adelante) y (castinare – referente al futuro). Se trata de las postergación o retraso en la entrega de tareas o actividades que deben atenderse en un momento determinado y que en algunos casos acaban siendo dejadas por completo.
El término se aplica en psicología para definir la sensación de ansiedad generada ante una tarea pendiente de concluir. También lo tipifican como un trastorno del comportamiento que a todos nos afecta en mayor o menor medida en alguna ocasión y muchos tienden a llamarla “pereza”.
Personas especialistas en postergar
Ocasionalmente se considera algo normal sufrir procrastinación, pero hay personas que llegan a convertirlo en un hábito comportándose de manera continuada porque de alguna manera llegan a creer firmemente que al día de “mañana” es el más adecuado para llevar a cabo las tareas o proyectos pendientes.
La procrastinación cuando se da de manera frecuente es un problema de mala regulación y pésima organización del tiempo, donde la persona llega a tipificarse como alguien evasivo e irresponsable hasta en lo más simple como ir de compras, al médico, una reunión de trabajo o simplemente para organizar una fiesta de cumpleaños dejando todo para último momento.
Pero lejos de sentirse cómodo en este ambiente continuo de informalidad e incumplimiento de los plazos, el procrastinador tiene una sensación de caos porque no puede llegar a cumplir lo acordado, la frustración se evidencia debido a la acumulación de las tareas pendientes produciendo sentimientos de insatisfacción, inseguridad, inferioridad y estancamiento.
La procrastinación como tendencia en los trabajadores autónomos
Aunque diversos estudios señalan que la procrastinación suele aparecer cuando las tareas no son agradables (bien sea por aburridas o complicada); donde normalmente suele extenderse este hábito tan perjudicial es en trabajadores que no tienen fecha fija de finalización o está muy alejada la meta a cumplir.
Incluso existen emprendedores que por miedo al éxito suelen extender este hábito tan perjudicial y numerosos estudios lo han comprobado, lo que en algunas ocasiones genera ciertas dudas al momento de decidir contratar a un profesional autónomo.
La procrastinación influye en la toma de decisiones porque estas se toman en el último instante, y en este último momento no hay tiempo para revisiones y correcciones. Los resultados en estos casos generalmente son desfavorables y dejan en evidencia la falta de compromiso profesional.
Claves para luchar contra la procrastinación siendo autónomos o freelance
Al considerarse un trastorno de la conducta es evidente que requiere la aplicación de estrategias que ayuden a la persona a luchar contra la procrastinación y prioritariamente a los trabajadores autónomos debido a la exposición constante a este mal hábito.
Primero se necesita una gran fuerza de voluntad si ya estas acostumbrado a procrastinar, hay que reconocer que tienes ese problema, luego establece cronogramas, dibuja diagramas de flujo de trabajo que te permitan visualizar de manera constante el avance o retraso en la entrega de las tareas o proyectos. Por supuesto, llevar una agenda puede ser un gran apoyo.
Y finalmente, el espacio de trabajo debe propiciar las condiciones para el desempeño óptimo de su labor porque el factor psicológico juega un rol importante para mantener la claridad en las ideas y motivarse hacia la culminación de metas y objetivos.
En resumen, algunos expertos recomiendan identificar las horas en que te encuentras más propenso a ceder ante las distracciones, utilizar apps de alarmas y recordatorios (la tecnología como un apoyo constante), revisión del calendario de manera frecuente.
También puedes unirte a un coworking donde se establezcan reglas en cuanto a horario y apoyarse entre todos, conformando un grupo activo que no ceda ante la tentación de “dejar para mañana lo que puedes hacer hoy”.