Coworking: Quiero vivir bien.
Lograr que en la atmósfera de trabajo todo fluya y confluya es ideal para crear relaciones y lazos entre los trabajadores que realizan tareas o comparten una oficina, pero además puede resultar atractivo para profesionales que deseen trabajar en sus hogares, personas autónomas o simplemente para aquellos que necesitan viajar de manera constante y viven en un relativo aislamiento.
El coworking también puede superar las barreras físicas y aprovechar la sinergia que se da al trabajar “juntos como iguales” a pesar de encontrarse conectados simplemente a través de la nube o la red, hasta el punto de llegar a compartir los mismos valores. Además, se puede lograr la transdisciplina al encontrar puntos comunes en el trabajo de varios profesionales de diferentes carreras.
Por ejemplo, el publicista requiere un espacio y una dinámica de trabajo que le permita explotar su creatividad. Un entorno que le facilite vivir bien. En cambio, el encargado de las finanzas se siente cómodo en su oficina. Sin embargo, lo ideal para la empresa es que ambos puedan trabajar de manera conjunta. Esto se puede lograr a través del coworking.
Coworking: ventajas.
Centrándose en la parte menos material o física, pertenecer a un espacio donde se trabaja en la filosofía de Coworking va mas allá de una tendencia o moda, se trata de “unirse en una red o espacio colaborativo para ahorrar dinero, abatir barreras del aislamiento y colaborar con otras organizaciones y startups (Guzman y Tang: 2011), es decir, puede llegar a convertirse en un negocio muy lucrativo y atractivo para grandes organizaciones, como ya se está evidenciando.
Otra ventaja de los centros coworking es que no se pierde realmente la autonomía o individualidad de un colaborador en pro del grupo, sino que supone compartir fuentes y espacios para que mediante este proceso se encuentre un espacio común para compartir problemas, ideas y sobretodo soluciones, creando reacciones sinérgicas.
El Coworking: tendencia futura.
En diferentes estudios se ha catalogado a España como el tercer país donde hay más espacios de coworking. Esto da una idea sobre el posicionamiento que puede lograr este modo de trabajo en el futuro.
A la par del crecimiento del coworking se ha elevado la cantidad de emprendimientos, esto conlleva al rompimiento del viejo esquema de dependencia en los negocios, inclusive en el inmobiliario. Ya no será solo una tendencia para pequeños negocios. Sin embargo, el crecimiento exponencial del coworking conlleva a la necesidad de especializarse, porque proveer de conocimiento u oportunidades a la comunidad es algo que fideliza y requiere de experiencia de trabajo en el mundo global.
Un ejemplo de ello se manifiesta en grandes empresas como General Electric, Merck, KPMG y periódicos, que recurren cada vez más a los flexibles espacios que ofrece el coworking para complementar sus oficinas tradicionales.
Sólo en los últimos cuatro años la cantidad a nivel mundial de espacios dedicados a este segmento tuvo un crecimiento anual de 62%, mientras que la demanda registró un 85% y para el 2018 el número de usuarios a nivel mundial en espacios de coworking llegaron a alcanzar más de un millón de personas (Cifras soportadas en publicación del Diario El Universal)