Qué medidas hay que tomar para mejorar la eficiencia energética en una empresa
Las medidas que una empresa puede implementar para mejorar la eficiencia energética incluyen:
- Solicitar un certificado energético único para el edificio: Este certificado indica la calificación energética que ha recibido un edificio en función de las emisiones de carbono que emite. Va de «A», que es el más eficiente, a «G», que es el menos eficiente. El certificado energético uniforme muestra con detalle cuánta energía consume un inmueble en determinados momentos.
- Realizar una auditoría energética: Aunque muchas empresas optan por tomar medidas para lograr una mayor eficiencia energética. Para mejorar el techo del edificio o para reemplazar las calderas por otras nuevas, es preferible realizar una remodelación completa. Para saber por dónde empezar, es recomendable someterlo a una auditoría de eficiencia energética. Esto permite saber qué acciones tomar en función de factores como el consumo energético del edificio, el uso o las necesidades específicas en los diferentes momentos del día. También se tiene en cuenta el gasto energético por el uso de elementos comunes como ascensores, puertas automáticas, etc. Por otra parte, siempre se debe tener en cuenta cuál es la tarifa de luz más económica del momento, y beneficiarse así de la mejor compañía de luz más barata.
- Beneficiarse del asesoramiento de un gestor energético: Un gestor energético es un ingeniero, arquitecto o arquitecto especialista que cuenta con una formación específica en la gestión de la eficiencia energética en edificios y edificaciones. Es por tanto un profesional formado en el análisis de los costes generados por el gas y la electricidad y capaz de proponer pautas de actuación para hacerlos más efectivos.
- Recibir y beneficiarse de las líneas de financiación gubernamentales establecidas por los gobiernos y las administraciones públicas: Las administraciones conceden subvenciones y ayudas de diversa índole a las empresas que quieran implantar medidas para reducir el consumo energético. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) es el principal responsable de la ejecución de estos planes.
Los datos, la clave para reducir el consumo
A medida que la conectividad y el desarrollo de tecnologías como el IoT, la robótica, el cloud computing o el edge computing siguen aumentando, se estima que habrá 100.000 millones de conexiones en 2025.
El crecimiento generalizado de la red celular de última generación, así como de las aplicaciones de conectividad, está impulsando el desarrollo de otras tecnologías como la telemetría.
Esta aplicación abre un amplio campo de trabajo para las empresas que ofrecen sistemas personalizados de telemetría, biometría y domótica para entornos comerciales e industriales.
La medición remota permite el control de cantidades tales como temperatura, vibración, presión, tensión, altura, velocidad, tiempo. Esto es posible gracias a la emisión de datos en tiempo real, por lo que una vez más los gigas ilimitados son fundamentales para el ahorro en el consumo energético.
El análisis avanzado de datos, el uso de la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas (IoT), entre otros, se pueden aplicar a innovaciones como la optimización energética a baja temperatura o la recuperación de calor y el uso de energías renovables para reducir los costes energéticos.
En este sentido, la implementación de la red 5G será crucial. Según un informe elaborado por 5G PPP, parte del proyecto “Global vision, standarization & stackeholder engagement in 5G”, esta red permitiría un ahorro energético del 90%.
La eficiencia general de ciertas tareas de procesamiento de datos se puede mejorar, reduciendo el consumo general de energía a medida que los servidores en los centros de datos funcionan de manera más eficiente que nuestros puntos finales. Sin embargo, esta ventaja no se aplica a los teléfonos inteligentes que se conectan a Internet de forma inalámbrica a través de redes de banda ancha 3G o 4G. El consumo de energía de la red depende en gran medida de la tecnología de acceso local.
Una conexión por cable (DSL, cable, fibra óptica) es el tipo de acceso a la red más eficiente desde el punto de vista energético.
En este contexto, las conexiones de internet requerirán un mayor consumo de recursos, por lo que encontrar alternativas para ahorrar energía será crucial para el futuro de esta industria.