¿Qué seguridad ofrece un coworking?
Por mucho que en Friends nos vendieran que una cafetería puede ser un lugar maravilloso en el que vivir, siento decirte que no todo vale. Trabajar de vez en cuando en un lugar así nos puede sacar las castañas del fuego, pero no podemos negar que nos exponemos a ciertos riesgos que hay que conocer.
Y no, no se trata solo de que alguien coja nuestro flamante MAC y salga corriendo, sino de otros muchos aspectos que tienen que ver con el mundo digital. Un coworking es el sitio perfecto para trabajar, entre otras cosas porque está diseñado para ello.
Desde los accesos (por ejemplo, en Llum contamos con una app para abrir las puertas), las cámaras de seguridad, los despachos privados hasta las conexiones de internet encriptadas son la base de que podamos trabajar sin ningún tipo de problemas.
Desventajas de trabajar en cafeterías o lugares públicos
Y sí, está muy bien pedirse un cappuccino tamaño piscina y sentarse en un sofá a darle a las teclas. Desde el punto de vista del postureo puede que no haya nada mejor, y si te cobran tres veces más de lo que deberían por ese café, ya ni te cuento.
Pero, ¿has pensado alguna vez qué tipo de seguridad puede tener para tus datos una conexión que la comparten miles de personas cada mes? No te engañes, detrás de la barra no tienes a un experto en informática que vigila a cada usuario, entre otras cosas, porque esas conexiones están pensadas para usarlas de forma puntual y no para el trabajo.
Si estamos utilizando información privada o sensible, no creo que sea plato de gusto que pueda estar a mano de cualquier persona con mínimos conocimientos de redes informáticas.
Por supuesto, no es igual tener un lugar donde dejar a buen recaudo nuestros equipos y bienes personales, que ir con la oficina a cuestas y estar pendientes en todo momento de no perder nada. Para workation en Valencia nuestro coworking es ideal.
Principales problemas de seguridad digital
Quizá en este punto estés pensado que soy una exagerada, pues bien, si no me crees a mí, te invito que leas el libro “El hombre que susurraba a las máquinas” de Antonio Salas. En sus páginas podrás encontrar decenas de ejemplos de hasta que punto podemos tener problemas con trabajar con redes públicas.
En sus orígenes, allá por mediados del siglo XX, internet se diseñó como un ejercicio militar pensando en compartir información y en ese sentido, es una máquina perfecta. Por eso, exponernos a una red pública puede ser sinónimo de dejar nuestros datos a mereced de quien quiera acceder a ellos.
Es fundamental andar con pies de plomo y tomar todas las medidas de seguridad adecuadas para impedir que nuestro equipo forme parte de la red, como si estuviéramos en casa, y nuestro ordenador se convierta en una carpeta más de cualquier ordenador.
Por eso es tan interesante trabajar en un coworking si no podemos hacerlo en la oficina. Recuerda que en Llum contamos con puestos flexibles que puedes contratar incluso por horas, y en los que podrás disfrutar de todas las ventajas de un de una oficina, con toda la seguridad que necesitas para sacar el máximo rendimiento a tus labores profesionales.
