El perfil de los coworkers es muy variado
Hay un punto común que define las intenciones de todas las personas que un buen día deciden establecerse en este tipo de espacios: trabajar fuera de casa.
Y es que, estamos viviendo toda una revolución laboral donde por primera vez en la historia se están rompiendo las barreras físicas y esto propicia que podamos ejercer nuestro empleo, en muchos casos, desde cualquier lugar del mundo.
En la actualidad, una gran parte de los trabajos se pueden realizar sin más herramientas que un ordenador e internet. Hablamos de sectores clásicos en este aspecto como la administración, consultoría, la informática o el diseño, pero cada vez es más habitual ver a psicólogos, investigadores, profesores, traductores o filólogos.
El perfil de los profesionales de un coworking está variando a medida que el mundo empresarial va despertando a esta forma de entender el trabajo. Desde la pandemia, muchas compañías han adaptado sus métodos para fomentar esta práctica, así como aparición en el mercado de herramientas como Zoom, Trello, o Drive, que antes eran usadas por una minoría.
Freelancers, el perfil más común de coworker
Sin duda el perfil por excelencia de un espacio de coworking. Sin duda, los autónomos han sido los pioneros en buscar soluciones de este tipo. Con la imparable subida de los precios de los alquileres, la posibilidad de disponer de una oficina propia se ha convertido en, cuanto menos, una quimera.
Pero muchos de ellos, sobre todo los del sector digital, no necesitan realizar tal sacrificio, pues sus únicas necesidades son una mesa, una silla y conexión a internet. De hecho, podemos encontrar el origen de este movimiento en la clásica figura del informático trabajando en una cafetería.
Teletrabajadores
Como decíamos, el COVID fue el detonante de una nueva visión de entender el trabajo que antes tan solo era aplicado por las empresas más innovadoras. Primero por obligación y luego por políticas internas, hablamos de cientos de miles de personas que en nuestro país combinan, o realizan la totalidad, de sus funciones laborales fuera de sus hogares.
Y esto, que para muchos siempre ha sido un sueño, conlleva serios problemas de concentración, así como diversos síntomas psicológicos nada sanos para la salud mental. Por eso, es muy habitual ver a personas que, a pesar de tener la posibilidad de trabajar en casa, necesitan un espacio externo para mantener sus rutinas.
H3: Nómadas digitalesOtro perfil de los profesionales de un coworking más habitual es el de los nómadas digitales. Una tendencia muy reciente y que está cada vez más de moda. En realidad, son también teletrabajadores o freelancers que han decidido dar un giro a su vida, permitiéndose ejercer su profesión lejos de su hogar, sin una base fija.
Es decir, hablamos de personas que hoy trabajan en Llum Coworking, pero la siguiente semana lo hacen en Londres y más tarde en Berlín. Toda una apasionante manera de enfrentar la a veces tediosa rutina laboral.
Startups y pequeñas empresas
Y por último, son muchas los proyectos emergentes o empresas ubicadas dentro del ámbito de internet que también apuestan por los coworkings como sede de sus actividades. En Llum disponemos de despachos privados para que varias personas puedan trabajar de forma cómoda, así como excelentes salas de reuniones en el centro de Valencia.
De este modo, las startups encuentran todo lo necesario para trabajar, incluyendo dirección física e independencia, pero a mucho menor coste de lo que supondría preparar su propia oficina.
Características que reúnen la mayoría de miembros de un coworking
Aunque no conviene generalizar, pues hay personas de toda índole, sí que hay ciertos patrones que se repiten en los perfiles más habituales. Para empezar, hablamos de personas inconformistas, que buscan su mejora vital de forma constante.
Son personas que viajan, en muchos casos solas, con altos intereses culturales, con capacidad resolutiva para afrontar cualquier problema de forma individual, pero que a la vez tienen predisposición para interesarse por otras personas, empapándose de otros conocimientos y experiencias.
No hay edades ni lugares de procedencia que se entiendan como un patrón fijo. En Llum hemos visto pasar a recién titulados que empiezan un proyecto con ilusión, personas de entre 30 y 40 años que han decidido dar un giro a su vida, o gente más mayor que ha dado un paso adelante para cumplir sus sueños.
Y aunque parezca un término exótico, los nómadas digitales, si bien es cierto que nos suelen visitar de muchos lugares del mundo, cada vez es más común ver gente de nuestro mismo país que decide recorrerlo a lomos de su ordenador portátil. Conoce qué es el hot desking.
Como ves, hay todo un mundo en estos espacios y sin duda, lugares como Llum Coworking son perfectos para desarrollar tu actividad profesional lejos de casa. ¿Qué te parece si nos haces una visita y lo compruebas de primera mano? ¡Te estaremos esperando!