¿Por qué es importante trabajar en un coworking si eres freelance?
El camino de los freelance suele ser muy parecido, al menos por los testimonios que tenemos en Llum desde que nacimos. Profesionales que un día decidieron que lo suyo no era atarse a un jefe, y dieron un vuelco a su vida para ganarse las lentejas con sudor y desgaste de teclado.
Pero en este viaje hay una cosa que suele faltar: compañeros. Seguro que has tenido tentaciones de aislarte de la sociedad en algún pueblo perdido de Asturias, vivir con una vaca y tres gallinas, para no volver a tener contacto humano jamás.
A mí también me ha pasado, sin embargo, esto solo lleva a un destino, que no es otro que el de tener que bajar la persiana y cerrar el chiringuito. Por eso, no queda más remedio que estar en contacto con un entorno laboral que fomente, no solo conseguir nuevas opciones laborales, sino también mejorar conocimientos y crear relaciones sólidas.
Eso sí, para conseguir clientes trabajando en un coworking hay que hacer algo más que llegar, sentarse en una silla, y ver cómo la vida pasa cual película de Woody Allen.
Claves para conseguir clientes en un coworking
Pues venga, vamos al lío. A continuación, te voy a dar cinco consejos para que, a partir de ahora, cada día que entres en el coworking, a poder ser en Llum, se te abra un mundo de posibilidades. Como diría Arguiñano, fácil, sencillo y para toda la familia. ¡Vamos a conocerlos!
Fomenta el trato personal en las horas de trabajo
A ver, el primer consejo para conseguir clientes trabajando en un coworking es bastante obvio. A no ser que tengas poderes de telequinesis (que si llevas todo el día el móvil pegado a ti, igual tienes una mutación de ese tipo), o hablas con tus compañer@s, o será muy complicado que consigas nada.
Ojo, no digo que por decir buenos días vayas a cerrar el contrato de tu vida, pero el networking es la puerta para obtener recompensas: desde amistades, a conocimientos nuevos o, sí, también, clientes.
Participa en actividades sociales
Las setas para los bosques. Si en el coworking se plantea salir a comer, tú vas, si se hace una fiesta de navidad, te pones tus mejores galas, y si se plantea un comando para tomar el Capitolio de los Estados Unidos, te vas al Primark a comprarte un traje de camuflaje.
Te recomiendo que abras tu mente y des el paso de ser parte del ámbito social que rodea a este tipo de espacios. Sé que al principio cuesta, pero es la única forma de ser algo más que la planta que decora la mesa.
Escucha, aprende y ayuda
No se trata de que te conviertas en la madre Teresa de Calcuta, pero oye, si echas un cable de vez en cuando a quien lo necesite, muy probablemente sea el comienzo de una bonita relación.
Es una de las premisas de los freelances, la colaboración. Nunca se sabe si a esa persona a la que has ayudado te acabe considerando un partner o un proveedor válido. Además, está el tema de tener buen corazón, que a la gente que entra aquí todos los días con cara de Risto Mejide, le acabamos por coger tirria.
Crea nuevas oportunidades de negocio
Una de las cosas que no solemos tener en cuenta a las primeras de cambio, es que en los coworkings estamos rodeados de profesionales de muy distintos ámbitos, que en su unión pueden formar equipos de trabajo maravillosos.
¿Tienes un proyecto en la mente que siempre te hubiera gustado sacar adelante, pero que por ti mismo no puedes? Pues mira a tu alrededor… Quizá encuentres los socios que necesitas para ponerlo en marcha. Ya sabes, si no sale curro, genéralo.
Aprovecha la ubicación
Y el último consejo que te doy para que puedas conseguir clientes trabajando en un coworking es que prestes atención al lugar donde se encuentra. El nuestro, por ejemplo, está situado en la calle Colón. Si le dices a un valenciano que trabajas ahí, probablemente pondrá ese gesto de envidia que solo un lugar así genera.
El prestigio que da a las profesionales poder trabajar en lugares de renombre, y no en una habitación de su casa, es un reclamo muy potente para mejorar la imagen de marca.
Y en muchas ocasiones, no tienes ni que tener un puesto fijo. De hecho, en Llum contamos con la posibilidad de disponer de oficinas virtuales, para que la sede de tu negocio esté fijada en esta, nuestra comunidad. En tus manos queda ser un freelance… o el freelance. Como dijo Juan Cuesta, lo digo sin acritud, pero lo digo.
