1- Amarás a tu empresa como a ti mismo
¿Quién va a confiar en tu proyecto si tú no lo haces? Pues el primer mandamiento es ese: cree en lo que haces y en tus capacidades. Esto no quiere decir que no aceptes críticas y te alejes de la realidad, pero si no apuestas fuerte, no podrás superar los obstáculos que te encontrarás en el camino.
2- Siempre cobrarás a tus clientes
Pues eso, que ni “cuñados”, ni “amiguitos”, ni “me da pena”, ni “ya si eso el próximo mes”. El trabajo se cobra, métetelo en esa cabeza de alcornoque que tienes. ¿O es que piensas que si mañana vas al Mercadona con cara de triste te vas a llevar gratis las Natillas Hacendado? Pues cada vez que dudes, piensa en Juan Roig. Él nunca lo haría.
3- Santificarás las fiestas
En festivos y fines de semana no se trabaja bajo ninguna circunstancia, al igual que es obligatorio tener vacaciones para desconectar. Si no descansas, no rindes y además, no esperes una sonrisa por parte de tu cliente cuando entregues el trabajo después de darte una paliza un domingo. Aunque te aburras, tienes que parar. Nada es tan importante como para no hacerlo.
4- Honrarás las pausas y los cafés
En el día a día, un buen emprendedor tiene que encontrar sus momentos de relajación, en los que compartir ideas y tomarse un respiro. Nada mejor para ello que tomarse un café, sea en un coworking para emprendedores como Llum o en alguna cafetería, hacer yoga o meditar unos minutos. Para avanzar, hay que parar; así de fácil.
5- Te formarás de manera continua
Para un emprendedor es obligatorio estar en constante aprendizaje, sea del sector que sea. Si no quieres quedarte atrás, tienes que reciclarte y para ello, nada mejor que hacer cursos, hablar con otros profesionales, escuchar podcast para emprendedores o seguir noticias que puedan darte ese punto extra que estás buscando.
6- Comerás sano y harás deporte
Lo de trabajar está muy bien, pero si vas a pasarte doce horas sentado en una silla mientras comes Papa Deltas, Doritos y cincuenta litros de Coca Cola, es posible (quizá, tal vez, a lo mejor) que tu cuerpo lo note. Haz al menos treinta minutos de cardio al día come sano e incluye alimentos frescos y sanos en tus menús. Notarás la diferencia y ligarás más en Tinder.
7- No harás lo que no sabes y delegarás
Meterse en camisas de once varas no suele ser la mejor idea si intentas aportar a tu cliente una solución de calidad. Aunque no te lo creas, el resto del mundo también paga hipotecas y, existen muchos profesionales que pueden ayudarte. Si tú no puedes o no sabes, habrá alguien que seguro te echará una mano.
8- Medirás resultados y pivotarás
El buen emprendedor necesita medir, por aquello de no ir dando palos de ciego por la vida. Solo si sabes dónde estás, podrás actuar y por tanto, no dejes de cargarte de datos para poder interpretarlos. Hablamos de visitas a tu web, saber dónde te han encontrado, meses de mayor y menos facturación, tirones de mejilla de tu abuela, número de veces que un cliente te ha insultado, etc.
9- No trabajarás en casa
¿Te he dicho ya que tengo un coworking precioso? Lo de trabajar en casa puede ser una opción válida de vez en cuando, pero la soledad, la tentación de tirarte en la cama o poner el lavavajillas, no suelen ser buenos compañeros de viaje para lograr una rutina laboral sana. Asique, ya sabes, aunque sea de manera alterna, sal de tu casa y visita Llum Coworking. Únete al hot desking
10- Evitarás por encima de todo, el estrés
Y todos los mandamientos se resumen en uno solo: di adiós al estrés, o también llamado síndrome del bornout. Es, sin duda, el peor enemigo del emprendedor. El estrés genera agobios, nos nubla la mente, altera nuestra salud física y empeora la imagen que ofrecemos al mundo. Cuídate para cuidar a los demás.